Christian Masello entrevista para El Cordillerano a los propietarios de Los Radales, Luis Dates y Mercedes Olivera, en las ruinas de su casa en Villa Mascardi, incendiada intencionalmente el 1 de agosto de 2022. 

Luis Dates está parado al costado de la Ruta 40, en Villa Mascardi, afuera de su propiedad, Los Radales. Apenas invita a atravesar la tranquera, dice: “Ahí está la barbarie, la sinrazón, el despropósito…”, señalando lo que alguna vez fue una cabaña y hoy es un esqueleto edilicio enclenque. Muestra lo que quedó de una reja y una puerta trasera e indica: “Entraron por acá”. La referencia es a lo que dijeron las pericias acerca del incendio del 1° de agosto de 2022.

Incendio intencional

En aquel momento, Dates estaba en Buenos Aires, donde reside, y cuando se enteró de lo que había sucedido afirmó que, en caso de no tratarse de un accidente, los culpables eran los integrantes de la Lafken Winkul Mapu. Justamente, cuando los especialistas analizaron lo que había pasado y concluyeron que el fuego fue intencional, el hombre reafirmó su parecer y apuntó a quienes conforman aquella comunidad.

Ahora, un día de enero de 2024, camina entre los escombros y señala lo que alguna vez fueron los ambientes de la vivienda. “Acá estaba la cocina”, explica, ante un sitio carbonizado. Asimismo, parado junto a lo que se nota que fue una chimenea, habla de una sala de estar y de un jardín de invierno, mientras apunta a los sitios en que los peritos concluyeron que se habían producido los focos de incendio. Luego toma una linterna y conduce por sectores que permanecen en penumbras, advirtiendo que hay que tener cuidado con los trozos de material que aún penden de hilos invisibles y pueden caer en cualquier momento. Marca lo que en algún tiempo fueron dos baños, tres dormitorios y un espacio que servía como depósito.

Desmantelamiento

Cuenta que la Policía de Río Negro, aquel primer día de agosto de 2022, al llegar al predio, no pudo pasar de la mitad del parque, porque la bola incandescente que partía de la casa irradiaba lenguas ardientes. Al deambular por el lugar, se perciben restos de lo que alguna vez fue. Hay esqueletos de algún elemento de cocina, e incluso el armazón de una bicicleta fija.

Dates expresa que, durante los días que siguieron a aquella noche en que las llamas fueron protagonistas, “esa gente” (por quienes conforman la Lafken Winkul Mapu) comenzó “a desmantelar lo que quedó de la casa”. “Se llevaban maderas para construir sus viviendas”, sostiene, mientras señala la parte de atrás de la casa, el sector “nuevo”. Lo de “nuevo” viene a cuenta de una ampliación que, curiosamente, Dates y su esposa, Mercedes Olivera, decidieron realizar tras otro atentado inflamable, en 2020. Aquella vez el fuego no avanzó demasiado y sus huellas quedaron, sobre todo, en el exterior.

La pareja comenzó a parar en Los Radales en 2004. El lugar, por aquel entonces, pertenecía a la madrina de Olivera. Dates detalla que lo adquirieron cuando se enteraron de que esa señora y su esposo querían venderlo. “Compramos en 2018 y escrituramos al año siguiente”, puntualiza. Cuando se le indica que en ese momento el conflicto ya existía, y se le consulta si no tuvieron temor al respecto, el hombre asevera: “Nunca pensé que todo iba a desembocar en lo que terminó”. Y añade: “En ese momento ya se había producido el desalojo y el hecho lamentable de Rafael Nahuel… Se veía una custodia de fuerzas de seguridad, creo que de Gendarmería. Realizaban caminatas permanentes, la zona estaba custodiada”.

Zona liberada

En tal sentido, detalla que aquellos efectivos se retiraron un mes antes de que Mauricio Macri le colocara la banda presidencial a Alberto Fernández.“ Cuando las fuerzas se fueron, y ante el cambio de gobierno, la Lafken avanzó nuevamente”, relata Dates. “La zona quedó liberada”, adjunta su esposa, para luego suspirar: “Nuestra idea era venir a vivir acá de forma permanente”.

El marido cuenta que consideraban que “el problema se iba a delimitar al lote de Parques Nacionales y no iba a salir de ahí”. “Nunca pensamos en la irracionalidad de esta gente, ni en que el Estado nos iba a abandonar… me refiero a la administración de Alberto Fernández. Y menos que desde el gobierno se iba a incentivar lo que sucedía”, sostiene Dates. En tal sentido, Mercedes habla de funcionarios “cómplices”.

Funcionarios cómplices

En referencia a ese punto, el esposo advierte que la idea es ir judicialmente contra determinadas personas que ocuparon cargos de relevancia en la gestión Fernández. Específicamente, Dates menciona a quien fue titular del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Magdalena Odarda, y el vicepresidente del organismo, Luis Pilquiman. También a Sabina Frederic, que estuvo a cargo del Ministerio de Seguridad, y a Gabriel Fuks, quien fue secretario de Articulación Federal de esa área. Incluso menciona la posibilidad de que el listado incluya al expresidente Alberto Fernández. “Buscaremos demostrar la complicidad o negligencia de esos funcionarios”, explica. A la vez, recuerda que, antes de que finalizara la gestión anterior, realizó una presentación ante la Secretaría de Derechos Humanos, en ese momento a cargo de Horacio Pietragalla, para que el Estado efectúe un resarcimiento a los propietarios damnificados.

Sobre la problemática de Villa Mascardi, Dates considera que “todo ha estado atado a lo político”, para luego opinar que la muerte de Rafael Nahuel también fue utilizada desde ese ángulo. “Los funcionarios del gobierno de Alberto Fernández lo intentaron poner de mártir”, afirma. “No pudieron hacerlo con Santiago Maldonado, pese a que lo intentaron, porque las pericias fueron lapidarias”, asevera, para después sostener que la actitud descripta se vincula a un “resabio de montonerismo de los setenta”.

En cuanto al acuerdo que representantes gubernamentales y referentes mapuches firmaron el año pasado, durante la gestión presidencial anterior, Dates expone que van a insistir ante Parques Nacionales para que “se dé de baja por espurio”. “Es algo irracional”, aprecia, y cuestiona: “¿Cómo puede ser que a un grupo de delincuentes que destruyó todo le den no sólo un terreno sino que también le construyan tres casas y le ofrezcan tierras cerca del lago Guillelmo?”. Su esposa se  suma a la crítica y suelta: “¿Los premian por delincuentes? ¿Qué mensaje se da?”.

Y Dates agrega: “Cómo habrá sido de trucho el acuerdo que no lo llegaron a implementar… Nadie quiso avanzar más allá de una firma; es absurdo”.

Contra Carriqueo

A la vez, el hombre carga contra el werken (vocero) de la Coordinadora del Parlamento Mapuche-Tehuelche de Río Negro, Orlando Carriqueo, sobre quien manifiesta: “Cuando leo lo que dice, me da bronca”, en referencia a la posición del representante de los pueblos originarios en respaldo a la Lafken Winkul Mapu, de cuyos integrantes Dates no duda en afirmar: “Son delincuentes que dijeron: ‘Qué lindo que es Mascardi, vamos a crear una machi, a poner un rewe e ir por todo el territorio’”.

Cabe resaltar que el predio de Los Radales ha sido significativo en cuanto a cómo prosiguió el conflicto de Mascardi porque, tras el incendio de 2022, se colocó en el terreno un tráiler de Gendarmería para custodiar el lugar. Esa casilla también sufrió una acción violenta que incluyó fuego y balas. Los gendarmes tenían orden de no reprimir y se retiraron. Pero, en definitiva, aquella arremetida sobre el puesto de Gendarmería accionó el resorte que propició la orden de desalojo, el cual se efectivizó el 4 de octubre de 2022.

Luis Dates, tras hacer un resumen de toda la situación, camina hacia la salida de Los Radales y murmura algo similar a lo que dijo al principio: “Esto fue una barbarie”.

Foto: Matías Garay.

Por Christian Masello, El Cordillerano