La casa de Emilio fue usurpada por los nietos de Antonio Buenuleo.

Mi nombre es Emilio Friedrich. Soy de Bariloche, nacido y criado. Los invitaría a que pasen a mi casa, un kilómetro más arriba, pero está usurpada. Usurpada por la llamada comunidad Buenuleo. Podés leer la historia abajo o ver un resumen acá

Mi familia adquirió esta propiedad en el año 2009. Se la compramos a un muchacho que la había comprado a Antonio Buenuleo en el año 2001. Chequeamos el informe de dominio, aparecía Antonio Buenuleo como titular registral de la propiedad, chequeamos que no tuviera prenda y no tuviera deudas. Hicimos la transacción de buena fe, firmamos un boleto de compraventa, certificamos la firma y adquirimos el lote.

Esto siempre fue una propiedad privada y de golpe en el en el año 2019, 10 años después de comprar el lote, nos  usurpan, primero un grupo de personas y después, con el tiempo, un grupo de personas que se hacía llamar Comunidad Buenuleo. Antonio Buenuleo vendió todo lo que le pertenecía y sus nietos, al ver que no les quedaba nada, se hicieron comunidad y buscan recuperarlos.

Pareciera que en la Argentina no es igual una usurpación de ciudadanos comunes que una usurpación de miembros de una comunidad indígena. Esta comunidad apareció en el 2011. Nosotros la transacción la hicimos con un privado, con Antonio Buenuleo, nieto del propietario registral. Esa es la parte que todavía no logramos entender: un grupo de personas manifiesta a través de un escrito que es una comunidad y eso es palabra santa, con eso basta.

El Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), encabezado por Magdalena Odarda, ha hecho muchísimo daño. Emitió una resolución de reconocimiento territorial que menciona que a la comunidad le corresponden 480 hectáreas, casi todo el barrio Pilar II queda dentro del territorio comunitario.

El INAI no tiene injerencia, nadie tiene injerencia entregar a otros propiedades privadas, que compramos, que pagamos. ¿Cómo es? Tenés una propiedad, la vendés, formás una comunidad y la volvés a recuperar.  ¿De la mano de quién? De instituciones como el INAI. Entonces, a mi familia la está despojando de su propiedad nuestro propio país, el Estado argentino. 

¿Cuál es la situación ahora? 

Ahora pusieron a la Policía.  No para que sea el árbitro. Está para cuidarlos a ellos. No sé de qué o de quién. Pero está exclusivamente para cuidarlos a ellos. 

Los alambrados están todos tirados. No tienen idea del esfuerzo que es comprar el alambre, las varillas, los postes, hacer el alambrado. No tienen idea porque nunca les costó nada. Ver todo tirado, que el patio de mi casa es una mugre, que en mi casa vive otra gente.  

Tengo una imagen de mi casa que no quiero perder. Hicimos un sistema hidráulico para generarnos luz y lo destrozaron: no está más el cable, no anda más… Son cosas que hicimos con nuestras manos, cosas que a alguien le querés explicar y no lo va a entender, si nunca tuvo algo que quiso tanto como para meterle garra. Porque los días francos no existían, las vacaciones no existían porque estábamos metidos ahí, estábamos siempre pensando en cómo hacer para que la rueda funcione, el generador…

Venir ahora venir lo único que causa es tristeza. Mi viejo ya es un hombre grande. Mi hermano tiene su familia, yo tengo la mía, y estamos como disgregados, esto nos juntaba. 

¿Cómo fue la usurpación? 

Ese invierno nevó muchísimo. Entonces decidimos, con un metro y medio de nieve allá en la casa, pasarlo acá (acá es la casa de Víctor Hugo Vera, justo antes de la tranquera). Los chicos dormían acá, iban allá, se quedaban en la tarde, tomaban mate. Habíamos bajado los animales que teníamos, los dejamos acá, y estábamos así, yendo y viniendo, porque al fin y al cabo estábamos acá nomás. 

En septiembre ya se había ido la mayor parte de la nieve, y nos avisaron que nos habían usurpado. Estaba Ricardo Vera en la casa y fuimos. Tenían todo bien organizado: Policía, Fiscalía, veníamos todos juntos a enterarnos de lo que estaba pasando. Les pedí que se dejaran de embromar. Ya me habían iniciado un juicio por usurpación en 2014, presenté toda la documentación que demostraba que compramos la propiedad y en 2016 quedé sobreseído. 

Desde la Fiscalía me dicen: “Mirá, alguien tiene que bajar porque va a ocurrir un desastre”. Yo no quería que nadie saliera lastimado. Creía que era algo sencillo, presentar los papeles y listo, se terminaba el conflicto. Está claro que es una propiedad privada, tengo los boletos de compra venta, tengo la firma certificada. Pusimos llave a la casa, acordamos que ellos permanecerían afuera y la fiscalía quedó a resguardo de la propiedad. 

Al día siguiente, la Fiscalía hace la formulación de cargos por el delito de usurpación: ocho imputados, personas que habían usurpado la propiedad y estaban en el terreno pero fuera de la casa. Se inicia el juicio y el juez dice que debían desalojar el lugar. La causa va al juez de revisión, Burgos, que opina lo mismo. En ese ínterin aparece la resolución 90/2020 del INAI que decía que todo esto, lo mío y lo de mis vecinos quedaba dentro de una comunidad. Que le otorgaban la posesión actual, tradicional y pública a la Comunidad Buenuleo. 

Se meten en la casa, que ya no está a resguardo de la Fiscalía. El Fiscal Losada, en plena audiencia, no solo abandona a las víctimas, se pasa del lado de los usurpadores pidiendo que queden sobreseídos del delito de usurpación.

Más tristeza que esa no existe. Uno siempre quiere creer en la justicia. Todo el mundo reniega de la Justicia pero yo tengo fe. Hoy por hoy, hay actuaciones que me han demostrado que la Justicia existe. La Cámara en lo Contencioso Administrativo anuló la resolución del INAI y el Superior Tribunal de Justicia de Río Negro (STJ) dijo en abril que no avala las vías de hecho, que el reclamo la comunidad debe hacerlo a través de las vías del derecho. Lo que más nos interesó fue que manifestaran que los reclamos son por la vía que corresponde. Por la fuerza, nada. 

Testimonio de Emilio Friedrich. Junio de 2022.

Ver Tierra de Nadie, corto documental sobre la historio de los vecinos del Barrio Pilar 2 de Bariloche y la familia Buenuleo.