Caso Aigo: el asesinato de un policía en medio de una “escalada terrorista”, 11 años después sigue sin resolver. Ni las fuerzas de seguridad de Argentina, ni las de Chile ni Interpol han dado con los responsables, aunque están identificados. Ofrecen 180 millones de recompensa.

“Se trata de dos terroristas que están debidamente individualizados. Cometieron un homicidio triplemente agravado, por alevosía, por tratarse de un miembro de la policía en servicio y por el uso de arma de fuego”, explica José Gerez, fiscal general de Neuquén.

Según el fiscal, José Aigo fue víctima ocasional de una escalada terrorista en la región, igual que un par de años lo fue el empleado municipal de Cipolletti, José Domingo Maciel. Los dos crímenes siguen sin resolverse. Antes habían colocado explosivos en el centro de Neuquén.

Después, entre agosto y noviembre de 2017 intentaron explotar un predio de YPF donde había 30 camiones cisterna con combustible, luego un pozo de la petrolera Pluspetrol y otro ataque a un pozo gasífero de YPF en Allen. Hubo ataques incendiarios en Bariloche y Villa La Angostura.

Para el fiscal general de Neuquén, todos estos hechos son de organizaciones asociadas a los movimientos anarquistas indigenistas, separatistas y anticapitalistas que dicen bregar por la liberación del pueblo mapuche y la recuperación de territorios en manos del capitalismo.

Entre ellos están: el MIR, la Resistencia Ancestral Mapuche (RAM), la Coordinadora Arauco Mapuche (CAM), la Resistencia Mapuche (RM) y la Weichan Auca Mapu (WAM). “Todos grupos que comparten la misma ideología y filosofía política”, y que, según Gerez, utilizan la causa mapuche.