Surge un nuevo conflicto mapuche en Neuquén relacionado con la instalación de un parque eólico en el centro de la provincia, una región propicia para la generación de energía renovable debido a los fuertes vientos de la meseta. Es entre una empresa extranjera y una comunidad.

La comunidad Ragilew Cárdenas, compuesta por 10 familias que han vivido en el lugar durante un siglo, se siente afectada por el parque eólico Vientos Neuquinos, que comenzó su construcción hace cinco años y empezó a funcionar hace dos.

El parque cuenta con 29 aerogeneradores de 120 m de altura, ubicados en el paraje Bajada Colorada. La comunidad afirma que la operación del parque perjuicios significativos:

  • abortos en animales
  • expulsión de la fauna nativa debido al ruido constante
  • pérdida de pariciones

Además, denuncian la reducción de su territorio original de alrededor de 3 mil hectáreas debido a la presencia de los molinos de viento.  La concesión del parque eólico está en manos de la empresa estadounidense AES, que también tiene la concesión de la represa Alicurá.

Según contó el lonco de la comunidad Ragilew Cárdenas desde que comenzó el desarrollo del parque eólico “nos vimos impedidos de circular en nuestro propio territorio perseguidos por el servicio de seguridad de la empresa”.

La Confederación Mapuche del Neuquén respaldó el reclamo de la comunidad y denunció la falta de respuesta y respeto por parte de las autoridades de AES ante las preocupaciones planteadas.