La Justicia de Chile anunció ayer la detención de tres sospechosos por el asesinato de los carabineros emboscados, acribillados y calcinados, la madrugada del 27 de abril pasado, en Cañete, región del Bio Bio. Según evaluaciones oficiales, se  trata del peor ataque sufrido por las fuerzas de seguridad en la historia reciente. 

“Las personas que han sido detenidas (…) tienen antecedentes que nos permiten hacerlos presumiblemente partícipes en la acción que significa la muerte de los funcionarios de Carabineros”, aseguró el fiscal regional de Temuco, Roberto Garrido. 

“Acá se ha hecho un trabajo serio y responsable. (…). En Chile no hay impunidad. Esta es una demostración de la seriedad de las instituciones”, dijo sobre las detenciones el presidente de Chile, Gabriel Boric, desde Emiratos Árabes Unidos donde se encuentra en visita oficial. 

De ser hallados culpables los arrestados “deben recibir las más duras condenas por este hecho, que atemorizó a nuestros compatriotas y nos llenó de dolor”, escribió en su cuenta en X la vicepresidenta y ministra de Seguridad, Carolina Tohá.

Los asesinatos ocurrieron en una zona bajo resguardo militar debido a ataques incendiarios atribuidos en su mayoría a agrupaciones radicales mapuches (el pueblo indígena más numeroso de Chile), que reivindican la restitución de tierras que consideran suyas por derecho ancestral.

Los carabineros, la policía militarizada chilena, fueron encontrados calcinados en la parte posterior de la camioneta institucional en la que se movilizaban, 640 kilómetros al sur de Santiago. Habrían sido abatidos por ráfagas de disparos cuando se trasladaban por una ruta.

Fuente: La Nación