Río Negro fue la primera provincia que avanzo en su adhesión al RIGI, Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones, que crea la Ley Bases. El Gobierno rionegrino aspira a conseguir la instalación de la planta de licuefacción de gas de Vaca Muerta que le disputa a Buenos Aires.

En consonancia con la  decisión provincial, varios municipios de la provincia están adhiriendo al régimen. Ayer lo hizo Bruno Pogliano, intendente de El Bolsón, quien ahora espera la ratificación del Concejo Deliberante. Quiere atraer inversiones, incentivos fiscales y regulatorios para la creación de un  polo tecnológico.

Según Pogliano, El Bolsón busca fortalecer la conectividad aérea para evitar la dependencia con Bariloche. La adhesión al RIGI es la posibilidad de contar con inversiones para un aeropuerto, “fundamental para el desarrollo turístico y económico de la ciudad y la Comarca Andina”.

En Río Negro existen proyectos para la extracción de oro, plata, uranio y litio, como Calcatreu y Amarillo Grande. Para avanzar en la extracción, la legislación establece la consulta a comunidades indígenas y a la población que habita cerca de zonas afectadas.

En paralelo, el 22 de julio pasado, Día contra la Megaminería, se concretó una reunión de representantes de asambleas ambientales y comunidades indígenas de Chubut, Río Negro y otras, para coordinar una campaña contra la adhesión al RIGI en las provincias.

En diálogo con ANB, Orlando Carriqueo, Werken de la Coordinadora del Parlamento Mapuche de Rio Negro sostuvo que los gobiernos no contemplan las voces de los pueblos indígenas: “se están olvidando de los tratados internacionales del derecho indígena”.