Santiago Kovadloff ofreció un análisis profundo sobre la importancia de la esperanza, la convivencia y la construcción de una sociedad basada en el respeto por la diferencia.

En el cierre del Foro Debate 2025, el filósofo y ensayista Santiago Kovadloff invitó a los asistentes a cuestionar las posturas absolutas del optimismo y el pesimismo. Según el filósofo, ambas posiciones son sinónimos de irresponsabilidad personal, ya que delegan en el destino la responsabilidad de los hechos. En su lugar, Kovadloff propuso una postura intermedia: la del hombre esperanzado, quien, en medio de las dificultades, es capaz de identificar matices y señales de claridad.

El humanista destacó que la esperanza no implica negar los conflictos, sino reconocer que la realidad es una tarea en constante construcción. En este sentido, subrayó la importancia del prójimo como elemento esencial para la existencia humana. “El prójimo es la posibilidad de que yo exista como ser humano”, afirmó, resaltando que la convivencia no se trata solo de evitar conflictos, sino de valorar la diferencia como algo sagrado.

La política y la ética: un llamado a la reconstrucción de la convivencia
Kovadloff también abordó temas como la política y la ética, señalando que la eficacia sin valores puede llevar a la deshumanización y la exclusión. En su discurso, hizo un llamado a reconciliar la ética con la eficacia, promoviendo una política inclusiva que fomente la convivencia y el respeto mutuo.

El filósofo concluyó su intervención destacando la intensidad de la esperanza que se vivió durante el foro, y alentó a los participantes a salir con una conciencia más elevada sobre la importancia de la democracia, la construcción del encuentro con el prójimo y la necesidad de trabajar juntos para un futuro más humano y solidario.