La Justicia declaró inadmisible el recurso extraordinario de la comunidad Fvta Xayen, en la disputa por tierras con los hermanos Galván en Vaca Muerta. 

El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Neuquén declaró inadmisible el recurso extraordinario federal presentado por la comunidad mapuche Fvta Xayen y por cinco de sus integrantes en la disputa territorial que mantienen con la familia Galván por un campo en la zona de Tratayén, dentro de Vaca Muerta. Es una de las cuatro comunidades desalojadas en el conflicto del 20 de julio, en Casa de Gobierno. Se espera que acudan “en queja” a la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

La resolución interlocutoria N° 299, del 19 de septiembre, rechazó los planteos de Diego Martín Rosales y Liliana Romero -que se presentaron como logko y werken de la comunidad- junto a Martín Mardones, Luis Gilberto González y Horacio Romero. El Tribunal entendió que la presentación no cumplía con los requisitos de admisibilidad de la Ley 48 ni con las acordadas de la Corte Suprema. La familia Mardones sí habita esas tierras, y están en la sucesión de Xenon Mardones, frenada por este reclamo. Una parte se autopercibe mapuche, y otra parte no.

Los jueces señalaron la falta de acreditación formal de la personería de los representantes de la comunidad, la ausencia de fundamentación autónoma y suficiente y la omisión de una crítica concreta a los fundamentos de la resolución anterior. Así, concluyeron que el recurso carecía de sustento y condenaron a los recurrentes al pago de costas.

Es la misma comunidad que llegó a una acuerdo con el Ministerio Público Fiscal, a cargo de José Gerez, por una denuncia de usurpación a los campos de Galván, Formaro y Ferracioli. Para evitar las condenas, los integrantes mapuches reconocieron la propiedad de las tierras a los productores. Sin embargo, continuaron los años siguientes en pedir la personería jurídica, lo que permite formalizar la reivindicación de tierras.

Conflicto mapuche en Vaca Muerta: un campo con Los Pilares e historia
La disputa está centrada en un campo en Tratayén adquirido en 1977 por Félix Galván y heredado por sus hijos Carolina y Fernando, en la zona de Los Pilares, donde la misma comunidad desde hace dos años realiza las ceremonias del Año Nuevo Mapuche (Wiñoy Xipantv). La familia tiene título de propiedad registrado, pero la comunidad mapuche Fvta Xayen asegura que mantiene vínculos históricos y espirituales con esas tierras. Es por eso que generó un trámite en Personería Jurídica, e incluso hubo un dictamen favorable, pero nunca salió el decreto. Pero el campo tiene más historia, y esa zona también fue parte de la Conquista del Desierto en la Campaña de Julio Argentino Roca, en la zona El Fortín.

El TSJ neuquino ya había resuelto en fallos previos que la comunidad no puede intervenir en el proceso como “sujeto colectivo” porque carece de personería jurídica. Precisamente estas decisiones implicaron que los reclamos de posesión indígena, ceremonias tradicionales y ocupaciones fueran considerados únicamente como actos individuales. Es decir, sin reconocimiento como derecho comunitario.

Este punto fue duramente cuestionado por la comunidad, que buscó amparo en normas constitucionales y tratados internacionales, como el Convenio 169 de la OIT y la Ley 26.160, que suspendía desalojos hasta la realización del relevamiento territorial. Sin embargo, el escenario normativo cambió con el DNU 1083/24, que debilitó esa protección, el 9 de diciembre de 2024 en el gobierno de Javier Milei. Fue además cuando se bajó la Ley 26.160, y comenzaron a revisarse todos los reclamos territoriales.

Sin personería, no hay reclamo pero…
“Para el TSJ, una comunidad mapuche no existe si no tiene personería”, es como el resumen de la teoría de los vocales del TSJ.

Ante ese panorama, la comunidad había decidido acudir a la Corte Suprema para intentar revertir la situación, pero ahora el fallo provincial cierra esa vía procesal al declarar inadmisible el recurso.

El conflicto por el campo en Tratayén, en plena zona petrolera de Vaca Muerta, continúa abierto, pero con un revés para la comunidad Fvta Xayen, que ve cada vez más limitado su reclamo judicial.

La familia tiene la escritura del campo que en su momento compró Felix Galván, un vecino de Centenario que comenzó a trabajar la tierra, y que le llevó décadas levantar esas plantaciones de peras, manzanas y fruta de carozo. Galván falleció, en su momento dijo la familia por las amarguras del largo peregrinar judicial, y el campo quedó para los hijos, Carolina y Fernando.

Fuente: La Mañana (Neuquén)