En el marco del foro de Consenso Patagonia, Claudio Avruj dijo que la entidad tuvo “un uso ideológico y político”.
“Hubo una intencionalidad de instalar la conflictividad mapuche”, dijo el presidente del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), Claudio Avruj, en el salón Tehuelche del hotel Cacique Inacayal, en el marco del foro que Consenso Patagonia desarrolló en Bariloche.
“Lo primero que hemos hecho cuando llegamos al INAI fue trabajar y diseñar un plan estratégico sostenido en el primer objetivo de salir de una lógica de conflicto instalada por los gobiernos anteriores y pasar a una de resolución”, indicó Avruj, quien afirmó que, anteriormente, “los conflictos violentos, surgidos en el seno de las comunidades, fueron generados y alimentados por el Estado nacional”.
Frente al panorama que describió, sostuvo que su intención fue no permitir “la ideologización de un estamento del Estado argentino”.
Avruj opinó que la entidad estuvo por mucho tiempo vinculada al “asistencialismo”, e indicó que eso “hizo mucho daño por el uso ideológico y político”, apuntando que ese accionar “dejó a la mayoría de las comunidades sumergidas en el ostracismo, la pobreza, la marginación, y hoy son parte del segmento más vulnerable de la sociedad argentina”.
El funcionario dijo que, cuando fue convocado para el cargo, uno de los requerimientos que hizo fue que el instituto pasara bajo la órbita del Ministerio del Interior. “Eso nos permitía dialogar directamente con los gobiernos provinciales, con cada uno de los gobernadores, porque entendemos que la mayor conflictividad se da por la falta de toma de decisión en las provincias. Somos un Estado federal, y tenemos que respetar las competencias, pero cada provincia tiene que hacerse cargo, porque en ellas están las comunidades”, afirmó.
El titular del INAI habló de treinta y nueve etnias reconocidas en la Argentina, contenidas en mil ochocientas setenta y ocho comunidades. “El veintitrés por ciento está aquí, en la Patagonia”, apreció.
A partir del marco que describió, indicó que tomaron lo que denominó como “decisiones fundamentales”, entre las que citó “la derogación de la ley 26160”, de emergencia territorial indígena, sobre la que apreció: “Una emergencia que se mantiene durante dieciocho años no es bajo ningún punto de vista una emergencia”. Y sumó: “Además, no ha cumplido sus objetivos”.
También remarcó que, desde el año pasado, “el INAI no otorga más personerías jurídicas”.
“¿Qué hicimos en función del respeto al federalismo en el cual vivimos? Conveniar con cada una de las provincias, delegándoles esa potestad y esa obligación”, desarrolló.
“El INAI, por su obligación con los estamentos internacionales, por su expertis, lo que tiene que ser es una agencia de políticas públicas y de asesoramiento a las provincias para su implementación”, afirmó.
Asimismo, resaltó: “Por primera vez en cuarenta años se decidió dar de baja o modificar resoluciones”.
“Estamos convencidos de que la función pública se enfrenta con valentía, convencimiento y creatividad. Estamos en un momento bisagra del país. El INAI es un estamento pequeño, casi sin presupuesto, pero eso no nos ha imposibilitado generar acciones”, manifestó Avruj.
Sobre la conflictividad, señaló que “ha bajado”, aunque aclaró: “La tensión no ha desaparecido, y ese es el gran desafío”.
“La política se define por tensiones. El tema es tener la valentía y, humildemente, el conocimiento, y si no saber preguntar cómo se resuelven estas cosas, armando buenos equipos”, expresó, para luego sostener que esos equipos “no se arman solamente dentro de la oficina, sino junto con la sociedad civil”.
Fuente: El Cordillerano