Las Mesas de Consenso de Bariloche y de la Comarca Andina reclamaron que las autoridades de seguridad y de la justicia de Río Negro actúen de manera urgente frente al ataque que sufrió el Camping Kumelen en Los Repollos, y que derivó en graves lesiones para Pablo Conti, quien fue rociado con combustible y prendido fuego. Una vez más, la Patagonia es golpeada por la violencia.

El hecho marca el ensañamiento en la escalada de violencia, ya que los atacantes no solo atentaron contra la infraestructura, sino que también agredieron físicamente a una de las personas que habitan el lugar. Pablo Conti será acompañado toda su vida por las secuelas del ataque, pero sobrevivió para contarlo. ¿Qué están esperando las autoridades para ocuparse seriamente del tema? ¿Qué haya un muerto? 

En los últimos meses la Comarca Andina ha sido víctima de una sucesión de hechos violentos. Primero fue la oficina de Turismo de El Bolsón, próxima a inaugurarse, luego la sede del Club Andino Piltriquitrón y después la oficina de Bosques en El Hoyo. Estos tres ataques incendiarios fueron perpetrados en espacios institucionales o estatales y los hechos lamentables, realizados durante la noche, no involucraron la integridad patrimonial y física de personas particulares.

De los tres hechos anteriores, la sociedad no recibió explicaciones de parte de la Justicia ni de las autoridades gubernamentales. No se sabe qué pasó, nunca se mencionó a algún sospechoso ni que haya imputado alguno en las causas. Quienes tienen la responsabilidad de investigar no muestran avances. La Justicia no ofrece su orden reparador.

Este escenario de desinformación y carencia de resultados investigativos y judiciales se vuelve tierra fértil para la comisión de nuevos hechos delictivos. La ciudadanía está desamparada mientras el Estado elige mostrarse impotente para frenar la inseguridad y a los violentos. La falta de certezas sobre lo ocurrido y de consecuencias para los responsables solo puede augurar la sucesión de nuevos hechos, cada vez más violentos.

Hoy es la Comarca Andina la que está en los medios. Pero es toda la Patagonia la que se siente afectada y temerosa ante la inacción de las autoridades. ¿Qué más pueden hacer los ciudadanos que exigir que se investiguen los hechos y que haya respuestas? Podemos decir que lo venimos advirtiendo desde hace tiempo, sin conseguir eco en las autoridades judiciales y políticas. También podemos preguntarnos qué esperan para reaccionar.